Investigadores del Centro de Investigación del Cáncer de Reino Unido en Cambridge han identificado la que podrían ser una nueva vía para el tratamiento del cáncer de páncreas. Los resultados del estudio se publican en ‘Science Express’, la edición digital de la revista ‘Science’.
Los autores han descubierto que los tumores pancreáticos contienen relativamente pocos vasos sanguíneos y que por ello existen pocas rutas para que los fármacos de quimioterapia se expandan dentro de los tumores.
Los resultados del trabajo podrían explicar por qué el cáncer pancreático es uno de los más mortíferos entre los cánceres humanos. La terapia estándar para esta enfermedad, un fármaco llamado gemcitabina, extiende la supervivencia de los pacientes en sólo unas semanas.
Los investigadores, dirigidos por Kenneth Olive, trabajaron con una línea de ratones modificados genéticamente para desarrollar tumores pancreáticos.
Descubrieron que los tumores en estos ratones se encontraban escasamente enhebrados con vasos sanguíneos, una característica que también se observó en muestras tumorales pancreáticas humanas que analizaron en su estudio.
Los autores trataron a los ratones con gemcitabina y otro componente que merma el tejido estructural, o estroma, de los tumores al inhibir una cascada de señales moleculares iniciada por el llamado mecanismo de señalización ‘Hedgehog’.
Según los investigadores, la terapia combinada condujo a un aumento en la cantidad de vasos sanguíneos tumorales, una mejor administración de la gemcitabina y un retraso en la progresión de la enfermedad.
Fuente: Azprensa