Los ácidos grasos omega 3 parecen proteger contra el cáncer de próstata avanzado y este efecto podría verse modificado por una variación genética en el gen COX-2, según un estudio de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) que se publica en la revista Clinical Cancer Research.
Según explica John S. Witte, director del trabajo se analizaron a 466 hombres diagnosticados con cáncer de próstata agresivo y a 478 hombres sanos. La dieta fue evaluada mediante un cuestionario de frecuencia alimentaria y un análisis genético de nueve variaciones genéticas en COX-2 (polimorfismos de nucleótido simple).
Los investigadores dividieron el consumo de ácidos grasos omega 3 en cuatro grupos según cuartiles de consumo. Los hombres que consumían la cantidad más elevada de ácidos grasos omega 3 de cadena larga tenían un 64 por ciento menos de riesgo de cáncer de próstata agresivo en comparación con los hombres con los hombres que tomaban las menores cantidades.
Los autores evaluaron entonces el efecto de los ácidos grasos omega 3 entre los hombres con la variante rs4647310 en COX-2, un gen inflamatorio ya conocido. Los hombres con un consumo bajo de omega 3 y con esta variante tenían un riesgo cinco veces mayor de cáncer de próstata avanzado. Pero los hombres con un consumo elevado de omega 3 tenían un riesgo mucho menor, incluso si eran portadores de la variante de COX-2.
«El mayor riesgo de enfermedad con COX-2 se revocó al aumentar el consumo de ácidos grasos omega 3 en medio gramo al día. Si prefiere pensar en la asociación inversa global en términos de pescado, de donde suelen derivar los ácidos grasos omega 3, el mayor efecto se observó de comer pescado azul como el salmón una vez o más por semana», concluye Witte.
Fuente: Azprensa