Los pacientes con trasplante hepático que reciben el órgano de una persona de 60 años o más tienen resultados igualmente buenos que aquellos cuyo donante es más joven, informaron investigadores estadounidenses. El equipo señaló que espera que este hallazgo ayude a convencer a los centros de trasplante a optar más por el uso de hígados de donantes mayores.
Un equipo de la Escuela de Medicina de la Washington University en St. Louis analizó datos de 489 adultos con trasplantes hepáticos. La mayoría de los pacientes necesitó un nuevo órgano tras haber padecido infección por hepatitis C, el motivo más común de trasplante de hígado en Estados Unidos.
Según esta investigación, publicada en la revista Archives of Surgery, de la Asociación Médica Estadounidense, no se produjeron diferencias en las tasas de supervivencia entre los pacientes que recibieron un hígado de un donante de entre 60 y 78 años y aquellos que lo hicieron de una persona más joven. Un año después el 88 por ciento de los pacientes seguía vivo, el 78 por ciento sobrevivía a los tres años y el 69 por ciento, a los cinco.
Pese a la resistencia que presentan algunos médicos, los investigadores señalan que el trasplante de hígado de donantes mayores puede ampliar la cantidad de órganos disponibles para trasplante, incluso en receptores con hepatitis C.
El doctor William Chapman, quien ayudó en la investigación, dijo que los resultados deberían inspirar cierta confianza. «Deben seleccionarse con cuidado. Pero al menos es algo que se debe considerar, especialmente por los pacientes en lista de espera que mueren y por la definitiva escasez de donantes», indicó.
Generalmente el tipo de hígado utilizado en los trasplantes proviene de donantes muertos, aunque en algunos casos una persona sana puede donar parte de su órgano a un paciente puntual.
Fuente: Azprensa